Seguir la moda puede ser emocionante y resaltar lo mejor de ti, o, por el contrario, hacerte ver ridículo y convertirse en tu peor enemigo. Saber usarla y que te llamen vanguardista es un halago, pero que te etiqueten de “víctima de la moda” no es para nada bueno. Primeramente, habría que definir este término tan conocido. Las “víctimas de la moda” son aquellas personas que persiguen las tendencias actuales y corren a utilizarlas sin siquiera detenerse a pensar en cuan apropiado o no le sienten los nuevos diseños. En su afán por ser “fashion”, pierden de perspectiva completamente la parte más importante de las nociones de elegancia, es decir el ajuste de la tendencia a su propia persona y personalidad, teniendo en cuenta su propio cuerpo, edad y estilo.
Sé tú mismoUsa lo que creas que te hace ver bien y no lo que otros crean que está a la moda. Siempre debes sentirte cómodo con lo que llevas puesto. Así que decídete por aquellas piezas que se adapten a tu personalidad y a tu estilo cotidiano. También, debes considerar la ocasión y el lugar antes de vestirte.
Párate frente a un espejo y obsérvate críticamente. Luego, dedícate a conocer tus medidas y las tallas que te corresponden. Este es el punto de partida para saber que escoger a la hora de ir de compras. Al final, se trata de saber que todo lo que se lleve puesto debe sentar apropiadamente, y ser apropiado para la figura corporal. Uno de los errores más cometidos por las personas es vestir con tallas inapropiadas. La regla es: ni muy ajustadas ni muy holgadas.
Al salir a la calle, no tienes que ponerte cada pieza de moda que tengas de una sola vez. La forma de conocer a una víctima de la moda es que tiende a llevar más de cuatro tendencias a la vez. Te sugiero que compres varias piezas que estén de moda cada temporada y las mezcles con piezas básicas de tu guardarropa. Es una forma segura de lucir bien y ahorrarte un dinero en el mismo viaje.
Mantén un balance entre las piezas básicas y las de moda en tu guardarropa. Antes de decidirte a comprar algo, piensa primero si lo estas comprando porque está de moda o porque realmente te gusta. Recuerda que no se trata de qué ropa llevas puestas, si no de cómo la llevas puesta.
Si compras una camisa sólo porque tiene el logo de Lacoste en la parte delantera, posiblemente este consejo es para ti. Comienza por evitar llamar a tu ropa según el nombre del diseñador de la marca (ejemplo, “mi correa Armani” o “mi cartera Coach”). Al desasociarte de la marca, le das importancia a la pieza como tal y no a la fama del nombre. Además, no hay nada peor que lucir como un anuncio ambulante. Eso sólo lo hacen los “nuevos ricos” y las víctimas de la moda. La próxima vez que estés a punto de comprar una nueva prenda de ropa pregúntate si la deseas adquirir por su marca o por su corte y ajuste perfecto contigo. Cautela con seguir a los famososNo bases tu “look” sólo en lo que veas en las revistas y en la televisión. Los famosos usualmente se exceden a la hora de vestirse para ganar atención. Después de todo, son gajes del oficio. Sin embargo, la ropa llamativa que use Paris Hilton o David Beckham no necesariamente se te van a ver bien a ti en tu vida diaria.
POR: Agustin Carias
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